Nos sumamos a la celebración de la Semana Mundial del Glaucoma cuya finalidad es concienciar a la población sobre la existencia de esta enfermedad, la importancia de prevenir la presión intraocular y la consulta al médico oftalmólogo.
El glaucoma afecta a más de un 3% de la población, principalmente a personas mayores de 40 años y a aquellos con antecedentes familiares de glaucoma, según datos de la Sociedad Española de Glaucoma.
Es la segunda causa de ceguera según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se calcula que existen actualmente unos 60 millones afectados que podrían aumentar debido al envejecimiento de la población, hasta un 45% (111,8 millones) en el año 2040.
Uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar la enfermedad es tener la presión intraocular por encima de 21 mmHg. Con un diagnóstico precoz, revisiones periódicas y tratamiento para disminuir esa presión, se puede frenar y evitar que la pérdida visual continúe avanzando.
Controlar la presión intraocular es fácil, rápido y extremadamente seguro e higiénico en tiempos de COVID con el tonómetro digital transpalpebral, Easyton. Realiza 100 mediciones con un solo toque en 1-2 segundos mediante un proceso vibratorio, sin contacto con la córnea, sin chorro de aire y sin necesidad de anestesia.
El algoritmo de cálculo del Easyton se ha diseñado teniendo en cuenta el grosor del párpado. Por tanto, es ideal para pacientes operados de LASIK o transplante corneal, sin riesgo de descolocación del flap. La medición de la PIO se realiza a través del párpado superior sin tocar la córnea ni la esclera, eliminando así cualquier posibilidad de contaminación e infección.
Al no existir contacto del tonómetro con la superficie ocular externa, no supone un problema la transmisión de COVID o cualquier otra infección debido a una mala esterilización del cono de aplicación. La varilla de medición vibratoria es la única parte del Easyton que toca el párpado del paciente y para desinfectarla es suficiente con una gamuza empapada en alcohol.
La medición se realiza con el paciente sentado y con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás. Puede realizarse a pacientes de cualquier edad, de poca o difícil movilidad, con lentes de contacto, con conjuntivitis o erosiones corneales, incluso con pliegue epicántico (repliegue cutáneo que se extiende hacia dentro del repliegue palpebral superior tapando la carúncula del lagrimal y prolongándose hacia abajo hasta unirse a la piel de la cara).
En definitiva, una herramienta que se adapta a multitud de situaciones, se puede transportar a cualquier sitio porque no tiene batería (solo pilas) y es fácil de usar, no solo para para oftalmólogos sino también para médicos de urgencias, médicos de familia, geriatras, ópticos y optometristas.
10 razones por la que volver a considerar la tonometría transpalpebral:
- Tonometría digital sin contacto con la córnea.
- Sin chorro de aire.
- Sin necesidad de anestesia.
- Sin consumibles.
- Sin necesidad de retirar las lentes de contacto.
- Fácil. Repetible. Rápido.
- 100 mediciones con un solo toque.
- Ideal para pacientes operados de LASIK o queratoplastia1), para pacientes con lesiones en la conjuntiva o en la córnea.
- Eficaz y preciso en estudios comparativos con tonometría Goldmann2).
- Ideal para tiempos de COVID: minimice el riesgo, el contacto y el uso del anestésico.